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29/5/21

Vespasianas en el tiempo 💬 #windtalkers

Comodidad y aseo público, “La Víbora”, 6-8-1864 

LAS VESPASIANAS EN LA HISTORIA
Artículo para “La marcha del camionero”

LAS VESPASIANAS O URINARIOS EN LA HISTORIA... Por Julio Films


¿Quién es el último?, dib. Escaler, “Fullaraca”, siglo XIX
A las personas homosexuales como minoría perseguida a través de los tiempos nos quedan aún “tics”, costumbres y espacios de convivencia que son herencia de esos tiempos peores sin duda que los actuales. Como los primitivos cristianos eran perseguidos durante el Imperio Romano que tenían sus señales y códigos secretos para reconocerse así como lugares de reunión como las catacumbas, igualmente los homosexuales conservamos esos sitios de reunión o cita de aires clandestinos, descampados, arrabales, bosquecillos, edificios abandonados y sobretodo los urinarios como sitio de cita y de ligue a través de los tiempos. ¿Cuantos de nosotros nos hemos iniciado en esos lugares?, en concreto el chupatintas que esto escribe recuerda sus primeros escarceos eróticos en los waters u orinarios en la Barcelona del final del franquismo y la Transición política en los años ’70 del siglo XX.
Urinario del Paseo de Recoletos, Madrid, “La Actualidad”, 19-7-1913
Me enteré de ello por la prensa, antes de probarlo. Había en aquellos años un conocido periodista de la crónica de sucesos llamado Enrique Rubio que bajo la condición de periodista sensacionalista de la crónica negra catalana en diarios, revistas, radio y televisión, escondía la de ser un homófobo de cuidado y un soplón o confidente de la policía franquista.
 
Urinario de la Rambla, Barcelona, “El Liberal”, 5-9-1904
En aquellos años en toda la ciudad de Barcelona existían unos urinarios públicos siendo los más frecuentados los de los subterráneos de las plazas de Cataluña y de Urquinaona en el corazón de la ciudad, donde era un continúo el ir y venir de los hombres de todas las edades en busca de contactos, lo que dió pié al periodista al comentar irónicamente algún incidente por este motivo de que los lavabos se parecían al trajín de un panal de abejas...
Pero como aquello era una dictadura, por si alguien no lo quiere recordar, los urinarios eran un campo minado para los homosexuales. Confidentes de la policía que hacían el doblete ejerciendo de chorizos, atracadores y chantagistas, así como también “grises” que se hacían pasar por lo que no eran.
La estrategia de esos “cazadores” de gays, siempre era la misma. Ligaban con alguien: “tengo sitio muy cerca”, te engañaban acompañándote a una casa, subías en el ascensor y cuando este se paraba, el chorizo se sinceraba y te amenazaba que si no le dabas todo el dinero que llevabas encima...te pasaría algo desagradable...
Con la llegada de la democracia, esos chorizos y chantagistas se debieron reciclar o cambiar de “oficio”, y la policía franquista se transformó en “demócrata” de un día para otro. Y así estamos, aunque falta escribir una historia del mal, impune, que hicieron todos aquellos desalmados...
VESPASIANO : “EL DINERO NO HUELE”
Sobre este tema del urinario y la homosexualidad existe muy poca bibliografía o sea libros y artículos  publicados en castellano y catalán es prácticamente inexistente, por tanto acabaré este artículo o post citando la traducción al francés de una obra publicada en inglés: “Le Commerce des pissotières” (El comercio de los urinarios) editada en 2007.
Pero de lo que voy a tratar en este texto es de los antiguos urinarios públicos llamados “vespasianas” en recuerdo del emperador romano Vespasiano del que tomaron su nombre.
Tito Flavio Vespasiano (9 al 79 d. C.), fué el emperador fundador de la dinastía Flavia, bajo su mandato se construyó el Anfiteatro Flavio conocido como el Coliseo Romano. Ha pasado a la historia como uno de los mandatarios que más acribilló a impuestos a los sufridos ciudadanos romanos ideando uno sobre la orina, el “vectigal urinae”, la orina se utilizaba en aquel entonces en la indústria de los curtidos.
La historia nos cuenta como el hijo de Vespasiano, Tito Livio, al reprocharle la creación de este impuesto, su padre le hizo oler un puñado de denarios de oro, Tito le respondió que evidentemente no olían, y Vespasiano le dijo que en efecto “pecunia non olet” (el dinero no huele) aunque procediera del impuesto de la orina...
De ahí que siglos después se bautizaran los urinarios como “vespasianas”. Según datos publicados en el blog: www.barcelofilia.blogspot.com, las vespasianas eran de diseño y fabricación francesa y llegaron a la capital de Cataluña durante la primera década del siglo XX  colocándose en especial en las Ramblas, la plaza Universidad y Arco de Triunfo.
Como podemos ver en alguno de los dibujos y fotos, las vespasianas consistían en un gran artefacto metálico, una columna central poligonal coronada por una cúpula que servía para colocar publicidad. Una pared con marquesina con una sola abertura de entrada y salida rodeaba a la columna y le hurtaba a la indiscreción de las miradas del exterior.
LA CIUDAD DE LAS BOMBAS
Chiste de Rojas, “El Liberal”, 15-9-1904
 
La agitación social de finales del siglo XIX y principios del XX, la insostenible explotación de la clase obrera industrial hicieron que la rábia estallara con la colocación de bombas siendo su sitio favorito las vespasianas en especial las más concurridas de las Ramblas de Barcelona. Veamos como lo explicaba el diario “El Liberal” (5 set. 1904): “Explosión de una bomba (...) Cuando mayor era la animación en las Ramblas y más ajeno estaba el público del peligro que le amenazaba, en la de San José, y en el arroyo, cerca del urinario que hay frente al mercado, el guardia municipal(...) encontró a las siete y cuarto de ayer tarde un tubo cilindrico de unos seis kilos de peso.(...)”. Los dos dibujos de Rojas corresponden a ese día y al 15 de setiembre.
Las bombas que a veces causaron muertos y heridos además de desperfectos eran atribuidas al movimiento anarquista de gran vitalidad en la ciudad condal, pero llegó un momento que la proliferación de artefactos explosivos se hizo sospechosa..., y en 1907 el Ayuntamiento de la ciudad y la Diputación decidieron contratar los servicios de un reputado comisario de policía británico, Mr. Charles Arrow de la famosa Scotland Yard.
Los resultados de estas pesquisas no aclararon la enmarañada situación pero la tesis sostenida por Arrow era que no todas las bombas eran de origen anarquista, sino que también las ponían agentes de Madrid interesados en desacreditar el movimiento regionalista catalán. La cerrazón e inepcia de los desgobiernos de aquella monarquía “solucionaba” los problemas a base de estacazo y tentetieso y sin diálogo como en la terrible represión de la “Semana trágica”. Han pasado casi 110 años, pero...
En resumidas cuentas, las inocentes vespasianas pagaron el pato y las explosiones del 22 de diciembre de 1906 y del 27 de junio de 1908 principalmente, instalados en la Rambla de las Flores, hicieron que se desmantelaran definitivamente aquellos mingitorios (“La Vanguardia”, 5 jul. 1908). Años después unas ordenanzas municipales ordenaron que los urinarios públicos estuvieran situados en locales subterráneos.
VESPASIANAS GAYS
Como ya dije es difícil encontrar en la prensa de aquellas épocas la otra connotación que tenían las vespasianas de ligue homosexual. Una excepción es la breve notícia aparecida en “El Liberal” (15 marzo 1907) referida a Madrid y que transcribo aquí. En este suceso intervino José Millán Astray (1879-1954), el fundador de la Legión y autor de la desafortunada frase de “¡Muera la inteligencia!”.
Agresión a Millán Astray, El Liberal, 15-3-1907
“Agresión a Millán Astray. Anoche a las nueve, salía de su casa el comisario general de policía Sr. Millán Astray.
Apenas había andado unos pasos, se le acercó un caballero advirtiéndole que en un urinario próximo había un soldado de caballería que llamaba la atención por sus gestos y ademanes inmorales.
Fué allí el Sr. Millán Astray y recriminó al soldado. Este, en vez de atender la amonestación, sacó un cuchillo y quiso agredir al comisario general.
El Sr. Millán Astray evitó el golpe y logró sujetar al soldado y auxiliado por un guardia lo condujo a la guardia del principal, donde dió cuenta de lo sucedido.
El soldado dijo que no formaba parte de la guarnición madrileña, sino que había ido a la corte para declarar en un consejo de guerra.”
El escritor francés Jean Genet (véase mi artículo de hace meses en LA MARCHA DEL CAMIONERO), ha sido uno de los pocos que sin falsos pudores ha evocado el ligue homosexual en los urinarios. Así lo explicó en el “Diario del ladrón” , página 67:
“Las que una de ellas llama las Carolinas fueron en procesión al solar de un meadero destruido. Los rebeldes, cuando las revueltas de 1933, arrancaron uno de los mingitorios más sucios, pero de los más queridos. Estaba junto al puerto y el cuartel y era la orina caliente de millares de soldados la que había corroído la chapa.(...)” Se refería Genet a su estancia en la Barcelona de los años ’30 y posiblemente era una vespasiana superviviente instalada cerca de las actuales Drassanes o Atarazanas, entonces cuartel militar y ahora Museo Marítimo.
Genet volvió a evocar el ligue homosexual en los urinarios en su otra obra , esta llevada a la pantalla: “Querelle de Brest” situada entre los ambientes portuarios y los morbosos marinos del gran puerto de Brest.

“Le sexe des pissotières” (El sexo de los urinarios)
Francia, “Le Nouvel Observateur”, 28-7-2007
UN ESTUDIO SOCIOLÓGICO
El tema se ha convertido en un interesante estudio sociológico gracias a la obra basada en encuestas del norteamericano Robert Allan Laud Humphreys (1930-1988), profesor de sociología en el Claremont College (California) y pastor de la Iglesia episcoliana.
La obra traducida al francés y publicada en 2007 se titula “Le Commerce des pissotières” (El comercio de los urinarios) y se trata de un profundo estudio desde los años ’60 de las costumbres y sitios de encuentro homosexuales en Norteamerica, donde como en todos los países de nuestro entorno los principales usuarios del ligue en los urinarios además del homosexual soltero, viudo o divorciado, es también de casados, padres de família, bisexuales, etc. Podeis consultar la web:Un abrazo virtual de Julio Films juliofilms.nil@gmail.com

4 comentarios:

MalagaSensual dijo...

Muy interesante!

Saludos desde www.malagasensual.blogspot.com

Anónimo dijo...

Me gusta

Unknown dijo...

Buen articulo Julio, no tenia ni idea de las Vespasianas, aunque me parece excesivo el querer llevarlo todo al terreno Gay.
Ni los Griegos ni Romanos tenían
el sentido de la homosexualidad
tal y como se entiende hoy.
De todas formas en hora buena por
tu articulo.
Saludos Carlos.

Julio Films dijo...

Gracias a los dos por vuestros comentarios. Carlos, yo no digo que en la época de Roma los urinarios tuvieran una connotación homosexual sino que ya en el siglo XX sirvieron
para el ligue hasta la actualidad,aunque en cada época ha existido lo nuestro. Un saludo

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