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3/3/22

Julia Anula 💬 #windtalkers

"Gracias, amor
por tu imbécil comportamiento
me hiciste saber que no era verdad eso de poesía eres tú.
¡Poesía soy yo!"
(Gloria Fuertes)
¿Quién ha dicho que en los museos hay solo piedras?
Entre las muchas obras de arte y piezas arqueológicas que conserva el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida (Badajoz/España) hay una pequeña lápida de mármol del siglo III con este texto:
“Julia Anula, hija de Cayo, aquí yace.
Por el hado nefando amenazada,
poco vivió: la muerte la arrebató
cuando contaba 18 abriles de su joven edad.
Dile, oh viandante, séate la tierra leve”.
Los romanos enterraban a sus muertos junto a las calzadas, dejando memoria de ellos en lápidas o estelas en las que se pedía a los caminantes una oración o un recuerdo. Una fórmula muy frecuente (similar a nuestro “Descanse en paz” actual) era: “Que la tierra te sea leve” (sobre tu cuerpo), “Que no te pese la tierra en la que estás enterrado”.
Nacido en Elda (Alicante/España), de familia paterna granadina y ascendencia italiana. Licenciado en Derecho y Doctor en Ciencias de la Información (Filología Española) por la Universidad Complutense de Madrid. Miembro Correspondiente de las Academias Norteamericana (Nueva York) y Guatemalteca de la Lengua Española. Amplia obra publicada de poesía, además de ensayo y narrativa. Traducido, en libro, a diez idiomas. Varios prestigiosos galardones, entre ellos el Premio Fastenrath (de la Real Academia Española) y los de la Crítica Literaria Valenciana -Ensayo y Poesía- además de la "Orden de Don Quijote", otorgada por la National Collegiate Hispanic Honor Society a propuesta del Lehman College de la City University of New York, y la "Llave de Oro" de la ciudad de Smederevo (Serbia). Desde 1984 viene desarrollando una intensa actividad literaria y académica en el extranjero, habiendo visitado más de 150 universidades y centros culturales de un total de 28 países como lector de poesía, conferenciante y director de seminarios poéticos. En octubre de 2012 recibió el "Premio de las Letras" de la Generalidad Valenciana, máximo galardón literario de esta Institución oficial.
¿Quién fue esta muchacha, Julia Anula? Una simple hija de familia, sin más historia que esta lápida. ¿Cómo sería su voz? ¿Cómo su mirada? ¿Cuáles sus ilusiones, sus deseos? No tuvo significado alguno histórico, político, o artístico. Pero aquí perdura su nombre, dando fe de su paso por la vida… y de su paso por la muerte. Ante esta humilde lápida, el poeta, emocionado, escribe:
jamás puede ser la tierra leve
para tu cuerpo en flor,
oh Julia Anula, dieciocho
abriles en silencio
y en terrible quietud.
Que pesa, y duele, y amordaza
esa oscura tierra que te inunda
los ayer limpios ojos,
la boca soñadora
de un beso iluminado,
los derruidos pechos
tan sólo acariciados por el frío.
No eres ya ni recuerdo, Julia Anula,
ni siquiera
ceniza en columbario,
mas perdura tu huella en el granito
proclamando
tu presencia fugaz.
¿Qué praderas habitas
qué lagunas
reflejan tu silueta de gacela,
qué bronces de campanas se alimentan
con el llanto lejano de tu voz?
Los dioses te acogieron
con la esquiva sonrisa del que oculta
un error disfrazado de destino,
que no es justa la muerte
si la vida es promesa no cumplida.
Perdónalos, y duerme
un sueño de truncadas primaveras
entre tus manes familiares,
mi dulce Julia Anula,
triste memoria de muchacha,
sólo nombre,
definitivamente piedra.
Del libro "Meditación de los asombros”, Premio Gules de Poesía del Ayuntamiento de Valencia. Prólogo de José Hierro. Editorial Prometeo, Valencia. © Antonio Porpetta. Autorizada su reproducción total o parcial, citando autoría.

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